Escenarios de la novela Sobre La Peña del Tigre: Poneloya



Poneloya

Poneloya, en la costa del Pacífico nicaragüense y a 22 km de la ciudad de León forma parte del territorio indigena de Sutiaba y de la Reserva Natural Isla Juan Venado, ecosistema de manglar. Su nombre en lengua indígena significa semillas pequeñas.  El historiador y doctor Manuel Noguera señala otro origen del término Poneloya, según Noguera en la época del gobernador Duque de Estrada llegaban los primeros veraneantes a pasar el día con su comida, tamales y queso, y para calentaros decian "poné la olla" de donde surgió el tipónimo Poneloya.

Sus habitantes son mayormente pescadores y cuidadores, y otros que se desplazan a la ciudad de León cada día por trabajo.

Su playa es un conocido balneario especialmente visitado por los nicaragüenses en época de Semana Santa y Navidad y en los periodos de vacaciones escolares, del 1 al 14 de julio y desde finales de noviembre a principios de enero.

Hay un servicio de autobuses que conecta León, desde el mercado de Sutiaba, hasta Poneloya. Los accesos por carretera se acondicionaron en el año 2009.

El poeta Rubén Darío frecuentó sus playas de pequeño, Sergio Ramírez ambientó su novela Tiempos de Fulgor, el doctor Pérez Ponce le escribió una canción y yo mismo ambienté gran parte de la acción de Sobre Peña del Tigre en sus playas y en la misma Peña, en la que el ilustre poeta admiraba las estrellas y sobre la que Rosa Umaña Espinosa contemplaba "los múltiples encantos del cielo y de la mar".

En su autobiografia Ruben Dario nos cuenta algunos recuerdos de su infancia en el balneario:
  “Las familias se juntaban por las noches y se pasaba el tiempo bajo aquellos cielos profundos, llenos de estrellas prodigiosas, jugando juegos de prendas, corriendo tras los cangrejos, o persiguiendo a las grandes tortugas llamadas «paslamas», cuyos huevos se sacan cavando en los nidos que dejan en la arena.
    Yo me apartaba frecuentemente de los regocijos, y me iba, solitario, con mi carácter ya triste y meditabundo desde entonces, a mirar cosas, en el cielo, en el mar”.

 En la linea costera del núcleo urbanístico destacan las casas con balcones frente al mar en la misma playa desde los que se observa cada día una magnífica y distinta, pero igualmente esplendorosa puesta de sol.

En la zona conocida como la Bocana desemboca el río Chiquito, sarcásticamente conocido como río de Oro, que actualmente se caracteriza por su escasez fluvial en verano y la contaminación por el vertido de aguas sucias y de sólidos parece ser infructuosa a pesar de la continua intervención de la municipalidad en lo que es una de sus prioridades medioambientales.


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